Purim

Purim
Es una de nuestras fiestas favoritas aunque no solemos tener demasiada suerte en ella. La mayoría de veces nos pilla enfermos, justo vamos saliendo del invierno y suele coincidirnos con algún virus que va tarde a eso de hacer la puñeta, pero llega.
La fiesta en sí es una chulada. Nos disfrazamos, repartimos regalos de comida a amigos y vecinos, nos juntamos con música y mucha alegría a comer y a ponernos las botas y algunos hasta se toman la licencia de beber de más.
Todo forma parte de una simbología y un recordatorio. Todo comienza con una historia. La historia de las causalidades, en la que cada acción por separado es puro azar pero en su conjunto lleva a un único próposito: salvar al pueblo judío de la destrucción total. La historia de una reina que no se quiso doblegar, una muchacha que supo escoger cuándo debía ser valiente, un hombre que supo ser fiel a sus ideales, otro orgulloso, un Dios en las sombras y un rey pelele. La historia completa, para quien se haya quedado con las ganas, está en el libro de Ester.

¿Con qué Purim te quedas?

purim 2019

2019

Este año, por fin, estábamos todos sanos sanotes, y nos disfrazamos los cuatro en parejas de dos. Itamar y Yaará iban de explorador y unicornio y Eliahu y yo de Mary Poppins y el deshollinador. Fue muy guay preparar los disfraces, sobre todo el de los peques. Me encanta hacer cutradas que luego resultan medio decentes y quedarme tan ancha y orgullosa.
Con nuestra salud dándolo todo salimos y fuimos a casa de unos amigos donde había otras familias, nos juntamos unos cuantos y disfrutamos mucho. Fue un día especial aunque pasamos un calor considerable por la mañana repartiendo regalos, pero nos lo pasamos de maravilla y creo que los peques también.