El primer Pesaj de Itamar. Se acostumbra a que los niños aguanten lo máximo posible despiertos pero el nuestro tenía menos de un año, así que aguantar lo que se dice aguantar, pues poco. Nosotros disfrutamos por él mientras dormía y es que este año nos invitaron los mismos amigos que en Purim y nos enseñaron una forma diferente de enfocar la noche: poniendo a los niños como protagonistas.
De por sí es una fiesta enfocada a los niños a hacerlos participar y que se sientan parte de esa salida de Egipto, pero ellos lo centraron todavía más. Nos lo pasamos muy bien y pese al cansancio contra el que luchábamos por mantenernos despiertos se nos pasó rapidísimo.
El resto de la semana fue muy tranquila, con pocas salidas y pasando todo el tiempo que pudimos en familia.